La adversidad conviértela en una oportunidad.
La adversidad debe ser una oportunidad para acercarte al éxito si aprendes de ella; a ver tus puntos ciegos, a corregir cualidades negativas del carácter, a entender que algo no lo hiciste bien, cuando aprendas que un fracaso no te hace fracasado.
La adversidad debe ser una oportunidad para acercarte al éxito si a levantar un espíritu indomable pero prudente, sabio, bajo autoridad.
Recuerda que la adversidad siempre te acerca a Jesús, a él, el infortunio lo acercaba más a la cruz, manifestando en el dolor el éxito cumbre de su obra.
La adversidad sigue cerca de Jesús y lleva tu nombre, tú eres su adversidad cuando permites que esa adversidad detenga el proceso del éxito.
El éxito no es un destino es un proceso.
“Amados hermanos, están ustedes afrontando muchas dificultades y tentaciones, alégrense porque la paciencia crece mejor cuando el camino es escabroso, déjenla crecer, no huyan de los problemas, porque cuando la paciencia alcanza su máximo desarrollo, uno queda firme de carácter, perfecto, cabal, capaz de afrontar cualquier circunstancia.” Santiago 1:2-4
Pastor Roberto